lunes, 25 de julio de 2011

El Populismo y sus análisis. Primer acercamiento.


Criticar al populismo es algo que “está de moda”. No sólo en el presente sino cuando éste aparece en el panorama político. Si bien, hay algunos hechos de alcance internacional que han suplido a este tema por “Osama vs. Obama”, “escasez de oposición coherente”, “indignados españoles”; cuando se instala en la agenda el momento de “hablar de modelos políticos”, en la mayoría de los medios de comunicación se ningunea y desprecia al populismo. Viéndolo pues, como símbolo de un totalitarismo clasista burgués, que suspende los derechos liberales de los individuos, y lo reemplaza por la figura de “pan y circo” de un líder carismático.

Es importante, como ya en la actualidad es ampliamente reconocido (lo que no lo era en otras épocas), saber tamizar lo que recibimos de los medios de comunicación. Empezar a no tomar el contenido que se nos brinda como un todo uniforme, reflejo idéntico a la realidad, y altamente académico. La noticia, contenidos, discursos, no son inocentes. La ideología está detrás de cada palabra y gesto que hacemos, que la intentemos ocultar o escudarnos diciendo “esto es objetivo”, oculta siempre nuestras verdaderas intenciones.

Este fenómeno político es difícil de definir desde una sola postura, o base teórica, por lo que a modo de recorte explicativo podemos hacer una gran partición entre la visión de derecha, la de izquierda, y la de análisis del discurso ideológico. Entendiendo a la primera como una perspectiva conservadora, la siguiente como revolucionaria, y la ultima como comprensora del foco de identidad que esta cuestión genera.   

Desde el plano conservador- entiéndase Grondona, el comité rural, Todo Negativo, etc- nos acercamos a un plano gorilesco, de repulsión de las multitudes, tratándolas como incultas y guiadas ciegamente por un caudillo despótico que sólo quiere llenar sus bolsillos del vil metal. Así se califica a los regímenes de Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, y Chavez en Venezuela. Y a su vez, se nos insta e implora a los argentinos a ir en contra de las reivindicaciones populares, de regímenes que eleven la condición social de la mayoría, porque según “los que saben” irá en contra de nuestras libertades individuales, y nuestros derechos republicanos.

Sin embargo, no estoy muy convencido de que estos derechos y garantías serán fielmente respetados por dirigentes que sigan las ideas de este plano. Ya que la construcción del Estado Nación que vino desde el liberalismo del 1860 en Argentina, las campañas roquistas, y la inserción en el progreso del centro, se caracterizo por avasallar a las libertades (entiéndase la más fundamental- la de la vida) de la mayoría  por el querer ser potencia según los mandatos externos.

Desde la izquierda el plano tampoco es alentador para este modelo, acuérdese que los extremos se tocan. La dogmatica e ilustrada izquierda nos comenta que este tipo de régimen atrasa la revolución, reforzando el poder burgués en las manos de una elite oligárquica en el gobierno, dándoles derechos sociales a las masas incultas, para que se crean que es una mejora, cuando sólo intenta mantener latente el conflicto (innato) entre las clases sociales. Claramente podemos ver esta postura en el clásico bar bolche de Capusotto: “Acá si que no se coje”.

Y finalmente (y no por nada casual) dejo para lo último, el análisis de discurso ideológico. Defendido por Laclau tomando postulados de Chantal Mouffe, este ejercicio del poder se ve como un defensor de los derechos populares, que reivindica lo político (el carácter conflictivo propio de las relaciones interpersonales al momento de intercambiar recursos) de las sociedades, esa relación entre adversarios – según Mouffe- que respetan las opiniones del contrario pero sin plantear un exterminio mutuo (o lo que sería la eliminación del conflicto porque es algo que daña a la sociedad organizada).

En este último análisis, se demuestra que el populismo apela constantemente al pueblo o la nación como el sujeto que produce el cambio, a través de un acto consciente, racional, en busca de un fin que trae mejoras para la totalidad. Se reconoce que su nacimiento se da por la necesidad que de éste se tiene, en una coyuntura histórica determinada. Se lo ve como una especie de vuelta a la democracia directa, ya que esta participación continua de la gente, se entiende como un plebiscito constante.

Personalmente – y sí, marcado por mi ideología-, me quedo con este último. Partiendo desde Chantal Mouffe, el retorno de Lo político a las situaciones cotidianas hace revivir esas ganas de participación, transformación y cambio como un conjunto unido de actividades propias de la política, y del ser humano; que se queja, discute, y razona. Este resurgir de las condiciones conflictivas de la política, renace en estas últimas presidencias, por sobretodo transformadoras. El pedido de involucramiento constante que se nos hace tanto desde las cúpulas dirigentes, como desde las más básicas necesidades de nuestros vecinos, nos permite identificarnos con un pueblo que está despierto, consciente de su objetivo, y de lo que no quiere.

Está en el lector la identificación, crítica, o desinterés con esto. Por mi parte, apoyo un modelo de esta índole que vuelve a poner sobre la mesa la mentira del consenso unificado y de las verdades desde una sola boca; y que por otra parte, contiene una amplia participación popular, y el deseo y acción en pos de  mejorar las condiciones de vida de una mayoría postergada, a partir de la utilización del Estado como una herramienta transformadora.

Guille G.

lunes, 18 de julio de 2011

El inicio.

Estimados visitantes,

A partir de este artículo le damos comienzo al Blog “Jóvenes Pueblos del Sur”, una expresión más de la juventud que participa, opina y transgrede; la cual convoca a todos aquellos que deseen sumarse a este movimiento de solidaridad y unidad para la Revolución Peronista.


               

Merlo, 18 de julio de 2011.

Carta al lector

Por medio de este medio de comunicación, difundiremos las ideas, información y  opiniones que conciernan a nuestro país y al mundo, siempre tomando a la juventud como una herramienta de inflexión y cambio en pos de la mayoría.

Este espacio es resultado de la necesidad de transmitir las acciones y perspectivas sobre la realidad que tiene este grupo de compañeros de distintos barrios, lugares y edades del distrito de Merlo. Cuales conformamos dicha asociación, ya sea con mucha experiencia en la militancia, o participando por primera vez en la política, pero con la mismas ganas de contribuir a la mejora de las condiciones de vida del pueblo.

Es por eso que decidimos organizarnos para empezar a trabajar y poder construir un grupo solidario, formándonos y defendiendo las ideas del Peronismo. Por medio de actividades sociales como jornadas solidarias, talleres escolares, charlas-debate, intentamos desde nuestra posición contribuir al progreso de la sociedad.

El blog que hoy comienza, está abierto a todos quienes deseen contribuir con sus críticas y sugerencias, que le darán riqueza al mismo. Por lo tanto, los invitamos formalmente a participar para seguir así creciendo y construir una patria justa, libre y soberana.

Jóvenes Pueblos del Sur.